sexta-feira, 10 de junho de 2016

Alejandra Pizarnik: filmes, musicas e quadros citados em seus diarios

Fiz uma lista de filmes, quadros e musicas que a Alê P. cita em seus diarios, com os comentarios dela a respeito de cada um. No proximo post sera a lista de livros.

Filmes

“Voy al cine casi todos los días. Huyo de mi casa, de su oscuridad, de mis padres, de mis viajes a la cocina con mis complejos orales. »
Um bonde chamado desejo (1951), dirigido por  Elia Kazan

“Cierta escena de A Streetcar Named Desire. Aquella en que una mujer (madame Lamort) gime: ¡¡Flores para los muertos!! ¡Nada más sublime! Fue como darme un diploma de Neurótica honoris causa. »
 
Les amants (1958), dirigido por Louis Malle
“Vi el film Los amantes. He entrevisto, por un segundo, cómo sería una vida hecha de aceptación: de sí en vez de no. Pero el temor a intelectualizar, el temor a detener y endurecer una visión imaginaria del futuro, congelándola, haciéndola pasiva y convertida en arquetipo. Y luego mis esfuerzos penosos por acercarme a ella, por remedar esa visión construida en algún instante pasado de mi imaginación, arbitraria y sola, izada como un ejemplo absurdo, como un ídolo sin cabeza, erguida en su imposible. Y soy yo quien me afano por alcanzarme en esa visión. Soy yo que me busco donde no estoy.
O que tiene de nuestra época este film (Los amantes), lo que tiene de nuestra generación, es que Jeanne M. no se detiene a causa de su hija. Quiero decir, la pérdida de sentido del concepto de «amor maternal» o «deber maternal». Ello se demuestra en que yo esperaba que «terminase mal», que vendría alguien a impedirle la felicidad recién descubierta. Pero no viene nadie y todo va bien. Estamos acostumbrados a los finales tristes. »

« Cine, Greta Garbo y su «primera película». Me emociono. La adoro ».
 
The Kid, Charlie Chaplin
«  Veo por la televisión la película El pibe. ¡Adorable! Ch. Chaplin es terrible. No puedo reírme de sus gestos. Me siento dura. Impresionada. ¡Es maravilloso! »

Senhoritas em uniforme (1958), considerado o primeiro filme lesbico, dirigido pelo Géza Radványi

« Vi Internado de señoritas, que me dejó convulsionada. Mi adolescencia. Mi espantosa adolescencia. Ese amor de una alumna por su profesora. Una situación así pero correspondida me hubiera salvado. Volví a mi casa enajenada, tal vez esquizofrénica. Toda la noche tuve fantasías eróticas en torno de este asunto. No puedo creer en mi edad. Me siento estafada. Y lo peor es que ya es tarde. Además, no puedo tener aventuras sexuales con mujeres. (La experiencia del miércoles.) Nada puede compensar mi necesidad de ternura. Nada sino la imaginación. »
 
La Sed (1961), Argentina, dirigido por Lucas Demare
« Vi de nuevo La sed. Salí del cine transformada en una estatua. No más sentir. No más luchar. Un perfume a fin del mundo me rodeaba como un halo. La muerte se me apareció como la única salvación. Pero no se trata de salvarse sino de terminar lo antes posible. Todo esto no tiene sentido. 
La homosexual de La sed. Sus ojos, en la escena de su encuentro con la mujer histérica, tenían un brillo tan mítico, una fijeza tan terrible, que hubiera querido levantarme e introducirme en la pantalla. Una mujer así no es homosexual, no es nada. Es de otro mundo. Por eso aún vibro y me disuelvo de deseos de encontrarla. (Posiblemente esta noche fantasee con ella muchas horas.)»


« la muchacha que juega con una mano en Le chien andalou. »
 
Almas en subasta, titulo original: Room at the Top, de Jack Clayton
« Vi Almas en subasta. Mejor dicho, vi a Simone Signoret. Todos mis complejos edípicos se agolparon en mi sangre mientras la miraba. Volví a mi cuarto, a mi soledoso cuarto, con unas ganas terribles de morir. »
(Ligaçoes perigosas) Les Liaisons dangereuses (1960), dirigido por Roger Vadim



« Recién fui al cine. Vi Les liaisons dangereuses y Les quatre cents coups. El primer film me enfermó. Me enfermó una escena: cuando Jeanne Moreau abraza a Cécile, cuando Cécile se acuesta con su malla de baile y la otra le toca los muslos y le habla mirándole el sexo. Me importa poco si soy homosexual o no, pero esa escena me dejó delirante. »


« me metí en un cine para ver Jazz à Newport, donde vi a muchos seres humanos transpirando y disolviéndose y entregados con toda el alma a una cosa que les gusta: el jazz. La primera vez que vi este film salí llorando, fue una liberación para mí: me di cuenta que hay que ser como los niños: si quiero salto, si no quiero no salto. Pero en mí no se trata de hacer esto o aquello, sino de una cosa absolutamente interna: estoy llena de tabúes, de prohibiciones tácitas, ni siquiera me atrevo a recordar mi infancia y adolescencia, ni siquiera me atrevo a tener deseos, cómo querer cumplirlos entonces »


« Fui al cine. Vi Thérèse Desqueyroux. Lo que fascina —por lo menos a mí— en los personajes de ficción, es su continuidad obsesiva. No perder de vista un solo instante lo trágico de su condición. Por eso la obra dramática está hecha de recortes trágicos y saltan o excluyen los momentos de variación. Esos silencios permiten imaginar que aun lo que no vemos y lo que no se nos dice pertenece a la misma sustancia fuerte y terrible. Lo que me molesta es mi excesiva participación: me agito impaciente como si quisiera avisarle al personaje que lo malo está por sobrevenirle. En verdad, la vida que me gustaría vivir es así: instantes en donde se acumula todo lo fuerte y dramático de que soy capaz. El resto, un letargo; dormir, aunque sea anestesiada. No es la vida lo que me molesta: son los detalles. Cinco o seis escenas grandiosas y luego morir. Indudablemente creo en el cine. Y nada me ofende más que los comentarios de mi vecino. Como I., que me comentaba las escenas de valor estético y denigraba las otras. El cine no es una distracción para mí. Es un encuentro, a veces atroz, con mis deseos más profundos ».

« filmes de Buster Keaton »
« filmes de Ingmar Bergman »
A fonte da donzela, Ingmar Bergman

« Ayer: deseos de ver La source, de Bergman. El film lo daban en la av. de l’Opéra, enfrente de donde vive M. En el film hay una madre, que ama a su hija (que ya no es una niña). «La amo más que a Dios», dice. »

« Fui al cine, después de tantos meses. Me fascina la continuidad obsesiva de los personajes de ficción. No pierden de vista un solo instante lo trágico de su situación —o condición—. Esto es lo que me importa: la ausencia de las variantes anímicas. Casi diría que hubiera querido una vida muy breve y terrible: algunas escenas grandiosas y luego morir violentamente. El cine no me distrae. Suele ser un encuentro, a veces atroz, con mis deseos más lejanos »

Artes
 
Autorretrato de Van Gogh
« El rostro de Van Gogh. Humano demasiado humano. Su cabeza rapada para desafiar a los pájaros. Su mentón encerrado en la atmósfera de los amarillos. Y la nariz recaudando borrascas. Y los labios absorbiendo pinceladas. Y la frente mirando el haz que camina tentador luminoso. Y los ojos. ¡Los ojos! Como las negras piedras que se arroja contra los solitarios. Con la más insignificante reducción de Lo Terrible. Dramaticidad insoluble. Vértigos zambullidos. Alambres traspasados por las pupilas de las piedras. Raíces magnéticas que jamás se desarrollan… ¡Humano! ¡Demasiado humano! »
 
Bailarina, de Emil Nolde
« Muchas veces me imaginé cómo me expresaría si fuera pintora. Lo sé: como Emil Nolde. Hoy vi las bailarinas (rojas, malvas, deformes como seres no nacidos aún) huyendo y danzando entre velas y cirios enloquecidos por un viento lila y azul y celeste y violeta. También vi algo de Munch, que asocio fuertemente con Kafka. Esos rostros vacíos a causa de un miedo paralizador, avanzando por una avenida transitada por seres-sombras, cuerpos sin caras. Esos rostros fijos, «con el miedo pegado a la piel como una máscara de cera». Lo más impresionante es la perfección fúnebre de su vestimenta. (Mi sueño con mi padre que se viste con más elegancia que nunca, cinco minutos antes de acudir a su cita con la muerte.) »
O grito, Edward Munch


Musicas
  • Discos de jazz y melodías francesas.
  • Janis Joplin
  • «Luna Rosa» por G. Rondinello
  • Edith Piaf (¡«La vie en rose»! Edith Piaf «gran artista sin arte». Sonrío a su rostro patético. A su voz hambrienta.)
  •  Albéniz («Asturias» de Albéniz. Me tiento de risa. Esta música me provoca cosquillas. Qué ridícula. ¡Ah, llegó a la parte hermosa! Ya no me río. Frunzo el ceño llena de patético respeto. Ahora es «Cataluña», de Albéniz también.)

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